Giuseppe Bezza
Los sectores de los epiciclos en el juicio
Schema 7-8, Marzo 1988
«El cielo es labrador para las gentes»
don Francisco de Quevedo
Cumplen una funciòn los cuerpos celestes luminosos en el mundo terrestre? Los astros son llamados generalmente theòi-dii en el sentido preciso de dignidad sideral: superi, caelestes – Desde los astròlogos griegos son almas Inmortales en movimiento eterno y el conocimiento de los movimientos del cielo hace participar al hombre de aquello que es divino «antes de tiempo» El sentido etimològico de theos es muy incierto- Erodoto afirma que los Pelasgianos llamaron de tal modo a los dioses, porque habìan establecido en el universo el orden y la a-signaciòn de todas las cosas (hoti kosmô thentes ta panta pragmata kai pasas nomas eichon; 2,52) theós de thitemi establecer, disponer, legislar (cfr. Xen. theinai theous, mem. 4,4,19) Pero en el Cratilo de Platòn (397d) leemos que los primeros habitantes de Grecia llamaron dioses al Sol, a la Luna, a los astros y al cielo «en razòn de su misma naturaleza, que es aquella de correr, thein » Tambièn encontramos la etimologia en Cornuto: «Algunos han dicho que el cielo es un Dios porque siempre corre, arrastrado por un silvido agudo (o como torrente de agua incesante) E incluso los astros estàn siempre en movimiento y son por lo tanto llamados dioses por su carrera (theous apo tês théuseôs) Los antiguos llamaron dioses a cuanto se mueve sin reposo y pensaron que esa fuese la causa de los cambios atmosfèricos y de la conservaciòn del todo, cuasi dispositores (thetêres) y creadores de todas las cosas que nacen (theol.gr. 2, 13 – 3, 2 Lang).
En la epoca helenìstica aparece un nuevo atributo de los dioses siderales son liturgi, tèrmino con el que vienen designadas en sentido restringido, las estrellas fijas que co-surgen con los 36 decanos de la esfera. En sentido laxo, un cuerpo celeste luminoso o un lugar del cielo omniabarcador cuya existencia se fundamente en los ciclos luminosos, en suma: todo elemento del universo (stoicheion tou kosmou) (Jamblico. myst. 9,2) leitourgós es el munifex (Firmico 2,4,4) el ministro (Mart.Cap. 2,203) Uno que hace su tarea. Los dioses siderales se nos aparecen entonces como «sirvientes».
Comentando el Salmo 148: Laudate eum, sol et luna; laudate eum, omnes stellæ et lumen, Ibn Ezra observa: «Hace menciòn de los sirvientes, del Sol y de la Luna, ya que son los dominantes, y luego menciona todas las estrellas de luz, ya que tienen gran luz, siendo vecinas a la tierra«, o los 5 planetas, sirvientes son las miriadas que asisten al Eterno (Antiquus dierum) en la visiòn de Daniel (7,10) y que la versiòn de Teodocio traduce fielmente : eiletourgon autô, ministrabant ei. Los 5 planetas y las 2 luminarias son por lo tanto sirvientes, shammashin, y el nombre hebreo del Sol mismo, Shemesh, » se deriva de su servir al mundo». En verdad la raiz semitica shamash parece significar primero «correr» y tambièn se aplica tanto al Sol cuanto al siervo, porque los 2 corren. Por otro lado asi como el nombre hebràico del Sol proviene de stupor «ut quem homines non sine quodam stupore intueantur», del mismo modo Theòs està emparentado con Thèa, el acto del observar, del mirar con maravilla, la contemplaciòn. No tenemos luego temor en adentrarnos en la oscura selva de los parònimos y establecer una cierta relaciòn entre los dioses siderales y su liturgia o ministerio en el mundo.
Si astèr significa flama, luz, y se dice del Sol, y de cualquier otro cuerpo luminoso, y de aqui el latino sterulla o stella, el termino sidus tiene etimologìa incierta; pero Varrone narra que, si a los signos del zodiaco se les dice signa porque significan todas las cosas (signa quod aliquid significant), las estrellas son llamadas sidera, como si imprimiesen o penetrasen (insidunt) significando cualquier cosa en la tierra con su ardor, o de otro modo tal como una marca de fuego (signum candens) sobre el cuerpo de un animal (ling.lat. 7,14) Ahora, el ardor de todas las estrellas, es concedido y moderado por el Sol, entonces las relaciones, figuras, de las estrellas al Sol; el Sol que como dice Macrobio, es moderator luminum reliquorum: «Per eum fiunt planetae orientales et occidentales, apparentes et occulti»
Comentando el Tetrabiblos 1,24 (de applicationibus et defluxibus; Boll-Boer 55,14), Alî ibn Ridwân (fo. 29r) expone la fuerza de las figuras de los planetas con el Sol por gradaciones sucesivas, las cuales dependen de 2 causas principales: las variaciones de su luminosidad y de su movimiento y de dos apariencias, la una absoluta, la otra relativa. La atenciòn de los astròlogos del Renacimiento no parece ser puesta sobre este hecho. Exceptuando a Cardano, comentando el mismo pasaje del Tetrabiblos, declara 6 estados, decrecientes en fuerza, de los planetas con respecto al Sol:
- Orientales con movimiento superior al medio
- Orientales con movimiento no veloz hasta la primera estaciòn
- De la primera estaciòn a la oposiciòn con el Sol
- De la oposiciòn al Sol a la segunda estaciòn
- De la segunda estaciòn al inicio del movimiento veloz
- De aqui a la ocultaciòn
Y concluye:«Ex quo colligitur quod planetae habent sex status, et quod plus facit diminutio luminis quam motus»(Op.cit. Opera V, p. 167. La observaciòn de Cardano es exactisima: en su revoluciòn sinòdica, que se cumple en 19,5 meses, Venus tiene movimiento velocisimo 3 meses antes y 3 meses despues de su conjunciòn superior (cuando va directa) con el Sol, pero en el primer caso es debil, en el segundo fuertisima) Y en los astròlogos àrabes y latinos del Medioevo reencontramos en forma màs amplia un elenco canònico de esta gradaciòn de la virtud de los astros en relaciòn al Sol. Esta lista comprende 16 sea para los inferiores sea para los superiores. Damos las cifras de lo que podemos deducir de Albumasar Introd. 7, 2), al Qabisî (ap. V. Nabod, Enarratio pp. 302ss.), Ibn Ezra (Principium Sapientiae, in: Opera cc. 23r-v; Liber rationum, ibid. c. 36r), Guido Bonatti (Tractatus astronomie 3, 2, 5-7).
Estos estados muestran claramente que la mayor fuerza de los superiores y de los inferiores comienza a partir de la primera apariciòn hasta la distancia hexagonal: Para los superiores cuando son orientales al Sol, para los inferiores cuando son occidentales (segunda acepciòn) Estos son los arcos del tashriq, donde se produce la figura del principatus o ductoria, o Doryphoria. Debemos aùn hacer notar que, hacia el final del Medioevo, Juan de Sajonia no puede comprender en que principio se pueden basar estas gradaciones sucesivas. Como puede en efecto, èl se pregunta, Venus o Mercurio distar 60 grados del Sol? Y responde: Esta distancia debe ser tomada a lo largo del epiciclo : «si vero non intelligeretur littera hoc modo esse falsa, cum non possibiles eos elongari a Sole usque ad 60 gradus in zodiaco»
Estas distancias hexagonales no son una peculiaridad de la astrologìa àrabe, mas las encontramos enunciadas tambièn en la literatura astrològica Griega, señalàdamente en un texto de gran interès tècnico, como el De astrorum figurationum nominibus de Serapio d Alejandria : Los astros matutinos y no combustos (heôoi anatolikoi) indican la flor de la edad, y en particular los que se encuentran en el primer hexàgono, la juventud, mientras que los astros vespertinos y no combustos (hesperioi anatolikoi) y aquellos que se encuentran en el segundo hexàgono la vejèz. Primer y segundo hexègono designan respectivamente arcos de tashriq y de taghrib, pero estos arcos no son computados en el epiciclo, ni sobre el zodiaco: son cantidades de arco diurno. Esto se nos aparece claramente de la exposiciòn de Bonatti de la dustoria y , ahora màs nitidamente, de la definiciòn de Albumasar (Introd. 7, 2) de las afecciones 4, 5, 13 y 14: de los astros superiores el cuarto y el quinto estado son iguales a la cantidad del hexàgono y el cuadrado, mientras que el treceavo:
» Y el segundo cuadrado, que se le dice declinante hacia el occidente, porque cuando se pone el Sol, los planetas (superiores) dejan el medio cielo hacia el occidente; secundus exagonus XIV <affectio>»
La revoluciòn sinòdica de un cuerpo celeste es inteligible en absoluto gracias a los instrumentos y a la tècnica de la astronomìa. Por el contrario, en cuanto al ciclo luminoso, es inteligible al sentido humano gracias a la facultad del sentido humano mismo. Si al incicio de la revoluciòn sinòdica de un planeta pueden bien ser la synodos (conjunciòn) coitus con el Sol, no obstante la luz del astro no aparece sino a los pocos dìas y en diferentes momentos a diferentes lugares de la tierra. Diferente a cada horizonte es el inicio del ciclo luminoso de una estrella, diverso su final, diferente la cantidad de su arco.
Cada apariciòn celestial en sentido absoluto (khatolou) muta en virtud de la direcciòn visual de la mirada que capta el fenòmeno. Asi, por ejemplo, la orientalidad del planeta superior, la cual es efectiva, en su apariciòn absoluta, hasta la primer estaciòn, cambia, a su vez, en virtud de las coordenadas horizontales y no puede superar el cuadrante comprendido entre el oriente y la culminaciòn – (Este axioma es incontrovertible y lo encontramos en la literatura astrològica y lo reencontramos en los textos libres de contenido tècnico ad es. Hermippus 44,11 Kroll-Viereck: sobrepasado el meridiano y declinando hacia el poniente, todo astro muestra una menor energia) Èste es el sentido del tashriq y del taghrib, de los cuadrantes matutinos y vespertinos al Sol. Y puesto que la variaciòn de los fenòmenos aparentes, que depende de un horizonte dado, no se contrapone y no contradice el fenòmeno celeste en absoluto de hecho: por si sola produce el efecto (hê poiêtikê dynamis), no fortuitamente los astròlogos han denominado los diversos momentos de la revoluciòn sinòdica de un planeta en virtud de ambos fenòmenos. Esto es entonces el sentido de las figuras 1 y 2 cuando hay interpenetraciòn de las figuras absolutas y relativas, entre aquellas en el zodiaco y en el mundo, por usar una expresiòn Placidiana menos rigurosa, aunque tal vez màs comprensible.
Aqui entonces que la estrella de Venus podrìa alejarse del Sol a una distancia hexagonal, limite de sus cuadrantes vespertinos y matutinos. De hecho estas figuras, dice Guido Bonatti, deben ser tomadas «secundum zodiacum et eius gradus et non secundum eccentricum vel epicyclum».(La expresiòn secundum zodiacum no engaña. Si Placido de Titi se ha cansado de distinguir entre figuras en el zodiaco y en el mundo, se trataba de un problema de su tiempo, pero hasta el Medioevo era parte integral de la tècnica. Su abandono no se debe a la ignorancia astronòmica, sino de los nombres tècnicos y los principios astrològicos que corresponden a la figura astronòmica. Por otra parte, la desigualdad del zodiaco en su rotaciòn diurna, siendo clara por un lado, por el otro conocida como el principio de la divisiòn horaria, zodiacus asumìa con frencuencia la acepciòn de primum mobile. No diversamente en los escritores griegos: zoidion designa: a) El signo in-material del zodiaco b) Las constelaciones, C) Un arco de 30 grados en el cielo, tambièn tomados fuera del circulo zodiacal, por ejemplo sobre un circulo horario.; cfr. Strabo geogr. 3, 5, 8: » Cuando la Luna dista un signo del horizonte el mar comienza a hincharse»
Conviene ahora brevemente describir esta gradaciòn sucesiva, comenzando al momento en el cual el planeta està sub radiis Solis, lo que presenta una forma triple:
Si el astro que se encuentra en la luz del Sol està privado de fuerza, tiene sin embargo pleno vigor cuando està en el mismo grado del Sol; esta condiciòn es revisada por Sahl Ibn Bishr (Zahel) en el grupo de las 11 fuerzas significantes de los astros: «los benèficos aumentan su bien, los malèficos disminuyen su mal » Egkardioi son los astros que se unen (synodeuontes) al Sol en el mismo grado, en longitud o en latitud (peri moiras ê para moiras): «Ninguno entre los antiguos (archaioi) hace menciòn de esta fase, nosotros la hemos agregado por verdadera habiendola evaluado experimentalmente; y tambièn Tolomeo habla de la fase sinòdica, no mencionando la fuerza».
(Rhetorii quaestiones astrologicae ex Anthiochi thesauriis excerptae CCAG. I 145,26. Cfr. El importante testimonio de Demofilo: en cuantos modos se cumplen los efectos de los astros:»10. Cuando los planetas se encuentran en el corazòn del Sol, o grado por grado (moira pro moiran); entonces los benèficos rinden el bien duradero; los malèficos el mal» (Wolf 203; CCAG 5/4 227,11) In Corde Solis es entonces, Synodikos:
«Los astros sinòdicos son significantes en virtud de su participaciòn de la luz del Sol, aunque emiten sus energias màs tarde, a condiciòn de hallarse en lugares operativos (en crêmatistikois). En particular la estrella de Mercurio se regocija cuando està sinòdica y asì es entonces operativa»
. Estos los principales testimonios de los griegos, de aqui podemos concluir que tal condiciòn se produce cuando el planeta està en el mismo grado que el Sol en longitud o en ancho (Decimos «ancho» queriendo significar la amplitud ortiva. En verdad se podrìa pensar que la participaciòn del planeta de la luz del Sol (hê tou phôtos tou hêliou metousia) es por longitud (peri moiras) o por identidad de arco diurno o nocturno (para moiras). Si la expresiòn in corde solis parece ser entendida por los astròlogos arabes en el significado de in corpore solis, sin embargo Omar. De nativitatibus c. 6r, y Zahel, Introductorium de principiis iudiciorum (in Haly Heben Rodan op. cit. c. 127r) hacen menciòn de un grado integro.) Por el otro lado los astròlogos limitan esta condiciòn a 16` igual al semidiametro del Sol:
«Si un planeta està por unirse al Sol entre el espacio de 16` o se ha pasado la conjunciòn por un espacio inferior a 16`, se dice que està en el samim.»
. El samîm constituiye el punto de mayor influjo del planeta: sus significados son de prosperidad y buena nueva.(op. cit. pp. 298, 486; cfr. Ibn Ezra, Liber rationum, in: Opera, c. 36r: «diameter solis est circa 31 minutorum cum dimidio. Et a centro circa 16 minuta. Ideo dixerunt quando stella ita extiterit reputabitur ac si esset in centro»; cfr. Principium sapientiae, in: Opera c. 22r; Albumasar, Introd. 7, 2; 7, 4 (Luna); 7, 6 (Planetas: zamim est conditio fortunata); Bonatti 3, 2, 7; 5, 13: Toda estrella en zanu solis efficitur fortis ; in zamini 5, 53; cfr. 5, 124; 5, 130; 8, 1, 115. Cfr. Ibn Ezra, Principium Sapientiae, in: Opera c. 27v: «Planeta in corde Solis: ut sedens cum rege insimul sede».) Samîm indica el hueso principal de una articulaciòn, lo esencial, el nùcleo, la parte màs ìntima de cada cosa y especie. De aqui pasò a significar el centro, el corazòn mismo; el adjetivo samîmî significa ‘cordial’, ‘sincero’ sea en la acepciòn moral, sea respecto a la genuinidad de la estirpe; min samîn corresponde a la expresiòn francesa “avoir à coeur”, ‘an samîmî en lo profundo del corazòn, para que al-Khatib cante: con los versos he recorrdio su corazòn (samîmika).
( cfr. Lane, Arabic English Lexicon s.v. No sè porque mutaciòn el tèrmino zamim se ha convertido en cazimi al final del Medio Evo, tal vez de kasamîm, «cuasi en el corazòn». Cfr. G. Vitali op. cit. p. 98, 58. Es sin embargo esfuerzo inutil buscarle una etimologìa àrabe a cazimi, como hace A. Volguine en la reciente ediciòn francesa del tratado sobre las revoluciones de los años de F.Giuntini (Paris 1960). Cfr. cazimi en G. B. Morin, que refuta, como ridicula, la cualidad: «si combustio vires planetarum supprimat, centralis potissumum supprimet cuius contrarium veteres omnes censuere», Astrologia Gallica, Hagae Comitis 1656, 16, 3, 5 p. 381. Morin es el autor de una singular afirmaciòn: por un lado quiere demostrar (libro XI) que los astros no actùan mediante su luz, por el otro afirma (p. 379) que los antiguos ignoraban que el lìmite de la combustiòn fuese distinto para cada planeta. Cuanta pereza en aquellàs pàginas!)
Los antiguos admitieron generalmente que la luz del Sol oculta toda otra luz celeste por un arco de 30°, 15 por delante y 15 detràs. Ahora, cuando el planeta està siendo ocultado por el Sol, se deteriora cuando dista 15° y a 7° inicia su mayor debilidad; por lo que està en el corazòn del Sol, despuès hasta 12 °, es absolutamente carente de fuerza, pero a partir de 12° tiene poder y cuando dista 15° tiene la mayor fuerza. (Zahel, Introductorium, cit., cc. 126v-127r; cfr. Excerpta ex secundo libro Zahelis Iudaei CCAG 5/3 p. 101,27; Ibn Ezra Principium Sapientiae, in: Opera c. 23v: combustio para los superiores hasta 6°, para Marte hasta los 10°; para los inferiores hasta los 7°. Albumasar, Introd. 7, 2: para Saturno y para Giove la combustiòn es hasta los 10° cuando son diestros al Sol; 6° quando son dexter, 10° para Marte sinister, para los inferiores 7°. Cfr. Bonatti 3,2,5; adustio por 12°: Albenait, en: Liber novem iudicum in iudiciis astrorum, Venetiis 1503, c. 14r.)
Màs en general:
Toda suerte; todo señor de una suerte (parte) o de un àngulo o de un lugar o de una triplicidad, aqui presente (en el XI Lugar), indica todo bien si no està impedido por los malèficos o en la luz del Sol o en exilio o en caìda o retrogrado, porque entonces niega el beneficio propio de este lugar. Del mismo modo si los malèficos estàn aqui presentes y tienen derechos sobre la genitura – entendiendose regencia sobre partes, lugares/signos o triplicidad – y no tienen fase maligna, es decir no estàn combustos, en caìda, en exilio o retrògados. (El pasaje figura en los manuscritos de la familia de la que provien el texto de Pablo d Alejandria (Boer 68) y reaparece textual en Retorio CCAG 8/4 p. 171,2. Cfr. Heph. I, p. 157,14: regla general respecto a las partes ès considerar si su señor està resplandeciente (exaugos) o en la luz del Sol (hypaugos) o a punto de ser ocultado (ê mellê kryptesthai eggys) y cita el verso de Doroteo (puesto como epigrafe del capitulo sigiente): «Si por breve tiempo resplandece, inmediatamente se apaga lo que ha en suerte »; cfr. Abenragel op. cit. c. 5v: «Si fuerit rex, aspicias ei a planeta lucente».
En efecto, si el señor de la suerte de la Luna està infeliz, indica infelicidad; si està combusto, ciertamente no da bienes (CCAG 9/1 177,9) Si la suerte de la Luna està en el VIII lugar y su señor o el señor del horòscopo està en la luz del Sol, el nativo mendigarà y estirarà la mano (V.Valens. 64,11 Kroll) y si Mercurio es señor de la suerte de las luminarias es insensato e indigente (ibid. 64,16). Si Jupiter està en la luz del Sol succedente (upo dusin) dà esperanza, no certeza (ibid. 38,27), mientras Venus provoca malestar a causa de mujer e hijos (ibid. 39,23)
(Heph. III, 38; I, p. 297,3. Cfr. Giuliano di Laodicea CCAG 5/1 p. 189,15; Omar, op.cit. cc. 14r-v. Sobre la analogìa: combusto – acciones secretas, brillante – acciones manifiestas, cfr. Excerpta ex Palchi libro apotelesmatico CCAG 9/1 p. 158,23; V.Val. p. 117,25 (Venus y Marte en la luz del Sol: adulteros secretos); CCAG 5/1 p. 207,13; p. 207,2 (los vicios son manifiestos o ocultos a consecuencia del anatolê o de la krypsis de Venus y de Marte, de Venus y de Saturno); Retorio CCAG 8/4 p. 155,26 (Marte en el sexto lugar combusto da dolencias ocultas en las visceras o hemorragias siguiendo la naturaleza de los signos). Pero el combusto indica tambièn lo que es vil y de poco valor: si el señor del sèptimo lugar està hypaugos o cae en el cuarto lugar, el hipogeo, observado por los malèficos, produce uniones con mujeres desvergonzadas, inmorales o serviles (Retorio CCAG 8/4 p. 159,9). Venus combusta en signos licensiosos y observada por Saturno y Marte da los obscenos, individuos que son arrastrados por las pasiones, aselgeis (ibid. p. 194,15). Indica lo que no es durable: si el señor del VIII lugar està en X, XI o V, en la propria dignidàd y visible exaugos, indica la herencia, mas si èstà hypaugos rapidamente la herencia se dispersa (ibid. p. 161,18); que el señor de la triplicidad del luminar del tiempo no estè retrogrado o combusto (Doroteo 1, 22, 8), que si està combusto los bienes no seran estables (1, 25, 4); si el señor del la suerte lunar està oriental las riquezas seràn durables, pero si està combusto serà poco (1, 27, 26). Indica lo que es maligno y molesto, lo que es oscuro, del todo privado de harmonia: si el señor de la suerte del matrimonio està bajo los rayos (dytikos) y en lugar operativo, habrà celos y discordia en el matrimonio (V.Val. p. 119,4). Indica daño en los tiempos futuros, si es un malèfico: si Saturno hace su ingreso, epembasis, en oposiciòn a la Luna, estando hypaugos: enfermedades (Doroteo CCAG 2 p. 195,25). Pero los malèficos bajo los rayos del Sol no tienen fuerza alguna en la muerte, los benèficos en el socorrer ( quadr. 3, 11; p. 134,20) siguiendo el dicho de Abenragel: «Vita non est nisi per lucem et visionem aeris», op. cit. c. 33v. El combusto indica tambien la falta de efecto: si el señor del matrimonio està combusto o lo està Venus, està entre las señales de celibato (Doroteo 2, 4, 27; 2, 5, 6); en general, el combusto no puede asumir el control de una cuestiòn, siendo necesaria la phasis, el orto del astro (Heph. I, p. 42,18; cfr. Sarap. Al. 8/4 pp. 231-232); si Saturno està combusto, no se puede asignar a este astro el tomar la suerte del padre (Paul. Al. 58,16; Albumasar CCAG 11/1 p. 187,11), el combusto no puede significar las acciones (Heph. I, p. 168,20; cfr. Ibn Ezra, Liber nativitatum et revolutionum earum, in: Opera c. 57r). Por regla, el combusto no asume la oikodespotia o no es alchocoden (Heliod. p. 142,5 Boer; cfr. Retorio CCAG 8/1 p. 240,10; Doroteo 3, 1, 1) y si un combusto testimonia el alchocoden quita años (Heliod. p. 143,26; cfr. Omar, op.cit. c. 5r: combustio alchocoden significat paucitatem vite; alchocoden sub radiis est quasi cecus et non poterit recipere ex fortunis augmentationem, nisi sit cum Sole in uno gradu, quia ibidem est fortuna quam esse poterit). Si los señores de la suerte de la Luna y del Sol estàn combustos concurren a significar la mortalidad infantil (Retorio CCAG 8/4 pp. 119,9; 161,9) y si debe ser alchocoden, el combusto da a la vida sus años y meses menores (Retorio CCAG 8/1 pp. 238,15; 239,15); cfr. Mâshâ’âllah ap. Haly Heben Rodan op.cit. c. 147r; Albubater, Liber genethliacus c. 12; Abenragel cc. 32r; 33r. Por lo tanto estar en la luz del Sol es condiciòn del mal: prôtotypôs gar kakon esti to einai ton astera hypaugon, y la forma primera y originaria de la aflicciòn de un astro (Doroteo CCAG 5/3 p. 123,3) y como tal es revisada por los astròlogos: Retorio CCAG 8/4 p. 171,6; Doroteo CCAG 8/1 p. 198,10; Zahel CCAG 5/3 pp. 110,7; 113,1; Albumasar, Introd. 7, 6; rev. nat. 2, 3 (p. 37,4 Pingree); Abenragel c. 36r; Bonatti 3, 2, 19. 20; 6, 2, 5, 1; 6, 2, 6, 1. C
.Cuando Mercurio està combusto conviene, en general, a los acusados o a los que actùan en secreto; esto vale como regla para todos los planetas: en las controversias el horòscopo indica al querellante, el medio cielo al juez, el occidente a aquel que es citado a juicio, el àngulo inferior la sentencia y, si el señor del horòscopo y el señor del descendente estàn combustos, habrà una repeticiòn del juicio. (Heph. III, 38; I, p. 297,3.)
En el elenco de condiciones malignas de los astros (de las que hay 35 en total) frecuentemente encontramos unidas la combustiòn y la retrogradaciòn. No obstante, observa Lucio Bellanti, no la retrogradaciòn, màs la combustiòn es el infortunio mayor, porque nada es peor que estar privado de fuerza- (De astrologica veritate 7, 5; cfr. “Aristoteles”, Liber novem iudicum c. 21v: adustio magis erit timenda quam retrogradatio; Alkindus ibid. c. 24r, sobre todo en la figura de decubito, ibid. cc. 24r-v; 28r.) Observa a continuaciòn el astròlogo de Siena: Primero, los combustos no permanecen mucho en tal estado; segundo, no pierden completamente sus fuerzas. Si, en efecto, el Sol, es como el rey cuya presencia aliena las otras fuerzas, sin embargo urbem suam illustrat (7,4). Ahora, el influjo del Sol es similar o diverso o contrario al influjo del astro que està en su luz, pero en un caso la fuerza del Sol prevalece: prevalece si el influjo es similar, en tanto que la virtus Solis es màs fuerte, prevalece si el influjo es diferente o contrario al influjo del astro en su Luz, porque la impronta del Sol es màs eficaz. En particular, los astros masculinos, donde lo hùmedo es menor o ausente, sufren menos la uniòn con el Sol: señaladamente Marte y Mercurio cuando estàn directos, luego Saturno y Jupiter. Al contrario la Luna y Venus, astros femeninos por la preponderancia de la humedad, sienten mayormente el daño en la combustiòn.
(Albumasar, Introd. 7, 4; John of Eshenden, Summa… 1, 10, 5. Cfr. CCAG 11/1, Ex Libro Mysteriorum Apomasaris cap. 176 (peri kakôseôn asterôn): «Sabe que en muchos modos los astros estàn mal dispuestos. La primer disposiciòn maligna es cuando estàn combustos (hypaugoi), despuès cuando estàn en su caida, luego cuando estàn retrògrados, despuès cuando se unen a un malèfico y se encuentran en su luz, despuès cuando estàn cadentes, despuès cuando estàn en exilio, despuès cuando se encuentran en la zona combusta, la cual comienza al inicio de Libra hasta el final de Escorpio. Sabe que el Sol daña sobre todo a Venus y a la Luna, las cuales son hùmedas y el temperamenteo del Sol difiere de ambas, siendo càlido y seco. En cuanto a Saturno, si difiere del Sol respecto al frìo, concuerda respecto de la sequedad. Jupiter a su vez concuerda con el Sol respecto al calor, mas difiere en relaciòn a la humedad. Sabe tambièn que el Sol tiene mayor fuerza cuando se encuentra en Aries, que allì tiene su exaltaciòn, y es similar a un rey amante de la justicia y temible; mas cuando està en Libra, su depresiòn, es similar a un rey despreciado por sus subditos. Y el Sol està mal dispuesto de Libra hasta Sagitario: estos signos son llamados depresiòn de la depresiòn, porque en ellos el Sol desciende y se avecina a la tierra. Y cuando un astro està aqui afligido por el Sol, no es aflicciòn integra, porque en este lugar el Sol no tiene gran fuerza. Al contrario, si un astro està afligido por el Sol en Aries, tal aflicciòn es absoluta ».)
La condiciòn de Venus respecto al Sol, observa ‘Ali ibn Abî al-Rijâl, es similar a la condiciòn de la mujer respecto a aquella del hombre y cuando ella se encuentra con el crece su humedad; por esto Venus es significatriz de las lluvias, de las nubes y de los temporales.
Hay tambièn un significado diverso entre los grados que preceden y los que siguen al Sol:
«Los 15 grados en frente del Sol son llamados sacros, porque el fulgor del Sol ya los ha dejado atràs; pero los 15 que siguen al Sol son llamados profanos y verdaderamente los astros que aqui se encuentran languidecen mucho porque rapidamente el fulgor del Sol los envuelve» .
(op. cit. c. 4r; cfr. Dorotheus, Liber novem iudicum c. 94r: «Venus et Luna imbribus amicantur»; cfr. Epistola Mashallah in pluviis et ventisCCAG 12 215,9: «Hodie quod Venus sub radiis, est sicut mulier cum viro,facit descendere aquas». Se consideran: Venus matutina oriental, el hombre domina sobre la mujer; Venus bajo los rayos, es dominado; lo contrario en las genituras femeninas (V.Val. p. 118,26 Kroll). Venus vespertina favorece el amor entre hombre y mujer, si concuerda la Luna, pero conviene màs a la mujer que a los hombres, porque en tal condicion incita hacia los niños y es empoiousa erôtas, immittit hominibus amorem, suscita el deseo (Palchos CCAG 9/1 p. 182,9; elijo las lecciones del Oxoniensis y del Neapolitanus). Al Bîrûnî reporta los juicios de al Kindî respecto a los planetas orientales y occidentales (en la segunda acepciòn, cfr. p. 411) y “el filosofo de los Àrabes” observa que los efectos de Venus oriental son menos completos que los de Venus occidental (Tafhîm 302,487).
Este pasaje trae a la mente la metafora de Mashâ’allah: El Sol es el fuego que purifica las estrellas de sus impurezas. Cuando los planetas entran en la combustiòn, leemos en Giovanni di Eshenden, «liquefacit eas Sol per suam combustionem vel calorem et exsiccat earum humiditatem et impedit eas secundum quantitatem inimicitatis substantiae Solis ergo substantias earum». La combustiòn es el estado que precede y preanuncia un nuevo ciclo luminoso y en un ciclo luminoso el planeta indica diferentes cualidades y diversos tiempos: si al momento de una interrogaciòn el astro que significa el proposito o la pregunta del interrogador està combusto, el evento por este signficado no acaece sinò cuando » incoeperit apparere ille planeta de sub radiis». Un astro sub radiis es similar al que sufre, su fuerza lo abandona y cuando sale de sub radiis significa incremento y cumplimiento, «augmentum et perfectum».
Cuando entra en la luz del Sol es como un viejo decrèpito y enfermo, (senex decrepitus qui aliquem morbum patitur) cuando sale del fulgor solar es como un niño tierno, puer subtilis: Cuidado entonces que un malefico no lo aspecte! Lo desgastarà y lo llevarà a la muerte. Bonatti, probablemente en este pasaje tenìa en mente una parte del Liber mysteriorum de Abû Ma’shar:
«Cuando un astro, luego de la uniòn con el sol, sale del fulgor y es afligido por Marte, se parece al hombre que se salva del fuego y cae en los leones. Y si sale de la luz del Sol y lo aflige Saturno es similar al hombre que liberandose de una prisiòn, cae en la fosa. Y si el astro que deviene brillante se uniese a Jupiter es como aquel mordido por una serpiente que se recupera como por encanto (hypo epôdô) o como el hombre enfermo que el mèdico cura. Y si el astro, ahora libre de la luz del Sol se configura con Venus es smilar a aquel angustiado y con hambre, abrumado de tareas y que encuentra comida y bebida, vestimenta y ocupaciòn agradables»
Las diversas condiciones de los planetas, sus gradaciones sucesivas en virtud de la luz y el movimiento fueron llamadas phaseis, termino que como el latino species indica la apariencia y el gènero de la apariencia. Asì como las fasis màs conspicuas de la Luna son 4 del mismo modo aquellas que de los planetas Ptolomeo revisa (quadr. 1, 8) (La teoria de los epiciclos constituye el fundamento del capitulo I, 8 del quadr., donde Tolomeo expone cuales virtùdes tienen las figura de los planetas respecto al Sol. Aqui aparece en modo explicito que la virtud de las estrellas errantes no es efectiva , poiêtikê, si no al pasar tiempo de su emerger de la inmersiòn en los rayos solares (apo tês anatolês) hasta su ocultaciòn (mechri krypseôs, mechri dyseôs).
De aqui la definiciòn de Serapio:
«Operativos no son solo los astros angulares y unidos a las partes, sino tambièn los astros que estàn en una fase hoi epi phaseôn»
En un pasaje fundamental (De significatione temporis ad iudicia) Sahl ibn Bishr declara sucintamente estas fases en el contexto de los generos de las figuras significando los diversos tiempos:
«Hay entonces otra variedad de las figuras de los planetas: La conjunciòn del planeta al Sol hasta la distancia de su apariciòn (usque ad horam ortus sui); y de aqui a su primera estaciòn est tempus. Y de su primera estaciòn hasta el final de su retrogradaciòn y al inicio de su segunda estaciòn <est tempus>. Y el inicio del movimiento directo est mutatio temporis. Y de su movimiento directo a su conjunciòn con el Sol est tempus»
Sobre estas diversas fases los juicios son copiosos. Marte estacionario prolonga la guerra, lo contrario cuando no estaciona. Cuando està en la luz del Sol resuelve el conflicto con el engaño pero si està brillante (anatolikos) en modo manifiesto. Los astros que de la ocultaciòn se dirigen a la primera apariciòn (hoi apo krypseôs epi phasin anatolikên erchomenoi) convienen a personas que divulgan abiertamente y despuès de poco tiempo de que ha estado directo, es funciòn del heraldo (tais de phanerôsesin hoi anatolikoi) y el heraldo por excelencia es la estrella de Mercurio, donde la apariciòn de los cometas sigue al surgimiento de Mercurio de los rayos del Sol: Al oriente en la apariciòn matutina de Mercurio, al occidente en la vespertina (CCAG 5/3 97,32). Dice por otro lado Demofilo que en las genituras las fases orientales de los astros, asi como la exaltaciòn y la angularidad, deben ser consideradas fuertes y significando el vigor, la apariciòn (epiphaneia), el èxito de las acciones, pero las fases occidentales, asi como el alejamiento de los àngulos (a–kentro-têtos/caìda) son debiles y signi-fican lo que es lànguido, subordinado, la opresiòn de los superiores, la pèrdida y el de-caimiento. La retrogradaciones significan la degradaciòn, el exilio, la simulaciòn. Las estaciones, en general, la riqueza y las garantìas, lo que es estable, el equilibrio y la prosperidad. Sucintamente, Giuliano di Laodicea:
- hoi stêrizontes, los estacionarios: tienen afinidad con el demorarse;
- hoi anapodizontes, los retrògrados: al retrasarse y a la rebeliòn;
- hoi euthyporountes, los que tienen modo directo: al actuar con prestancia;
- hoi tois phôsin kai tois arithmois prostithentes, los astros que aumentan en luz y en nùmero: a beneficios y adquisiciònes utiles a al existencia;
- hoi d’aphairountes, los astros que disminuyen (luz y nùmero): a la sustracciòn y al daño;
- hoi de bradeôs kinoumenoi, los que son de movimiento lento: a la pereza, a la tardanza
- hoi de tacheôs, los que son de movimiento ràpido: a la ràpidez, a la solicitud, al buen viaje.
(Las fundaciones de templos, que se producen en los anatolai de los astros, son duraderas cuando los planetas que testimonian estàn en signos sòlidos, de ascensiòn larga y màs si se unen a la Luna (Giuliano de Laodicea CCAG 8/4 p. 253,2) Los astros son fuertes en sus decretos sobre todo en la segunda estaciòn Heph. I, p. 67,26. Cuando la Luna se dirige a un astro estacionario indica lentitud (Serap. Al. CCAG 1, p. 100,20), del mismo modo si se separa; existe por lo tanto una cierta analogìa entre las estaciones y los signos sòlidos (ibid. p. 102,10) y entonces, si el planeta indica un mal, serà duradero (Palchos CCAG 8/1 p. 252,14). En particular cuando la Luna aplica a un malèfico estacionario, acorta la vida (Heph. I, p. 115,10). Saturno y Marte estacionarios producen peligrosos climaterios (Paul. Al. p. 91,18; cfr. p. 95,1). Si la enfermedad es de la naturaleza de Saturno o de Marte y estos astros, al declararse, estàn estacionarios y tienen derechos en la figura de decubito, es signo absolutamente maligno (Pancario CCAG 1, p. 125,31). Los peligros y los cargos que causa el ingreso epembasis, de Marte sobre el lugar del Sol <parodikos> son peores si Marte estaciona, asì como las culpas y ultrajes de Saturno estacionario sobre el lugar de la Luna (Doroteo CCAG 2, p. 195,20). Hay diferencia entre las dos estaciones: La primera indica irregularidad, errores e inadvertencia en las propias acciones (Zahel CCAG/3, p. 99,19; cfr. Ibn Ezra Principium Sapientiae, in: Opera c. 26v: «Planeta in statione prima est sicut homo ignarus eius quod faciat cuius adest finis malus; c. 27v: «Stans ad retrogradationem: est ut trepidatus propter mala timens futura»), la segunda el buen final, el èxito en lo que se ha realizado, su desarrollo sin obstàculos (ibid. c. 102,18; Ibn Ezra, ibid.: «Et si fuerit in statione secunda: est velut sperans de re aliqua et neque frustrabitur spes ipsius»; 27v: «Stationarius in statione secunda: ut in bono sperans»). Cfr. Bonatti 5, 74. Los planetas son llamados erraticos (planômenoi), mutahaiyyrah, porque su movimiento retrogrado parece una confusiòn, tahayyur, “consternaciòn, indecision”; tahayyara y el ser indeciso, confuso, titubeante y desorientado, al-Bîrûnî, Tafhîm 60,150. El planeta retrogrado indica la rebeliòn en el hombre, el cambio de propòsito (Zahel CCAG 5/3 p. 99,19; cfr. Ibn Ezra, Principium Sap., in: Opera c. 27v: «Retrogradus: ut revertens et revellans»), la dificultad en todo (ibid. c. 101,25). Si en su movimiento directo los planetas son activamente operativos y son por lo tanto asi llamados masculinos por efecto, los retrògrados, sunt sicut feminini, Abenragel c. 6r; el retrogrado est ad similitudinem proditoris – traidores (ibid. c. 5r). Al acto de la consagraciòn del templo, Mercurio impedido, negando su testimonio o retrògrado, indica la suspensiòn de los oràculos (Giuliano de Laodicea CCAG 8/4 p. 253,7). El movimiento retrògrado es indice de disminuciòn (Dorotheus, Liber novem iudicum 9r), y negaciòn y contradicciòn absolutos (Zael ibid. c. 4v), «inconstantiam namque portendit et omnia permiscet»(Mâshâ’âllah, Liber de 14 propr. fo. 96r). El planeta retrògrado en el ascendente o potens in nativitate significa que el nativo es mendaz y engañoso, mientras el combustus lo rinde dèbil en sus acciones (Abenragel c. 73v), entonces los astros que en una genitura prometen cualquier cosa, se rebelan causa de un daño si estàn retrògrados o si pierden luz (dynontes), V.Val. p. 212,4. Cfr. Bonatti 5, 25.
Aunque cuando el astro està creciente de luz, es potente; no obstante en tales condiciones los tres superiores estàn retrògrados y son reputados dèbiles. En verdad, observa Alî ibn Ridwân, cuando los tres superiores estàn retrògrados tienen funciones contrarias a aquella del Sol et opus Solis vincit et superat eoquod est commixtum cum eorum opere propter oppositionem, et opus eorum debilitatur propter Solem qui fortificat se de illis; al contrario, los inferiores, cuando son retrògrados, su virtud se suma a aquella del Sol (virtus sua involvitur cum illa Solis) y los efectos no aparecen completos (non apparet opus eorum complete sicut ad eos pertinet). Por lo tanto los superiores retrògrados son similares al hombre peregrino que tienen gran fuerza, pero poco poder, porque sus acciones son contrarias a aquellas del Sol (Haly Heben Rodan op.cit. 14v). Peregrino debe ser entendido no simplemente, relativo a los extranjeros, forasteros, pero sobre todo en la acepciòn de «inexpertos, incompetentes”. Cfr. una interpretaciòn puramente fìsica y claudicante de la debilidad del retrògrado en G. Vitali, 427,38 y en la ediciòn romana (1690, p. 760ss.). El movimiento directo es denominado «segùn naturaleza»: hê kata physin poreia por Retorio, màs el retrògrado es para physin, De planetarum natura ac vi CCAG 7, p. 214,29. El astro lento de movimiento indica el bien o el mal, pero siempre la tardanza, sobretodo si es en domicilios de los astros lejanos a la tierra, como Saturno y Jupiter (Zahel CCAG 5/3, p. 99,23). Cfr. Omar, op. cit. c. 17v; Bonatti 5, 28; 7, 1, 16.)
Estas fases son brevemente descritas por Vetio Valente en el catorceavo capitulo del cuarto libro, consagrado a la indagaciòn de los tiempos futuros: Necesitamos prestar atenta observaciòn a los aspectos de todos los astros: cuando sin duda los astros que transmiten y que acogen los tiempos (paradidontes ê paralambanontes) son orientales (anatolikoi) y se enseñorean el año o los tiempos generales y se unen en los ingresos a los lugares operativos (kata de tên epembasin eis tous chrêmatistikous topous ginôntai) y cumplen apariciòn oriental (kai tên anatolên poiêsôntai) producen eventos claros y salientes, porque en tal forma se eleva su energìa y todos los astros producen entonces lo que es conforme a su naturaleza (…) Pero si ocupan la primer estaciòn o son retrògrados (anapodistikoi) efectuan lo que es esperado, y las acciones y las ventajas y las iniciativas, pero con demora. Del mismo modo cuando son acrònicos se revelan muy dèbiles y obstructivos y no muestran que la apariencia es la esperanza. Luego si estàn en la segunda estaciòn quitan la demora y son eficaces en sus acciones y actùan para la regularidad y el mejoramiento de la existencia. Y si se dirijen bajo los rayos traen obstàculos y muestran aflicciones en lo que se ha cumplido, a veces peligros corporales y dolencias en lugares ocultos.
Estas fases fueron comparadas a las pasiones humanas: los planetas en la luz del Sol son como lo que se prepara a aparecer y como el enfermo que va a la cura y cuando aparece y està oriental adquiere toda la fuerza y està en condiciones de conceder todo su beneficio; en la primera estaciòn parece sofocado, desesperado; de la primera estaciòn a la acronicidad (oposiciòn al Sol) està inerte y deprimido, de la acronicidad (Los astros acrònicos son potentes de noche, estando sobre el horizonte (Sarap. Al. CCAG 8/4, p. 230,22) sin embargo Jupiter, acrònico en el dìa y en el octavo lugar de la parte lunar, no ha tenìdo fuerza en el socorrer (V.Val. p. 129,12); sin embargo Jupiter acrònico en la noche y configurado a la Luna y a Venus, en el undècimo lugar, da al nativo sustento y amistades y poderes en sus propios tiempos, todavìa no estables por hallarse Jupiter retrogrado (dia to aphairetikon heuresthai ton Dia) y en su caìda, Capricornio (V.Val. p. 168,13).) hasta la segunda estaciòn tiene la esperanza del rescate y en la segunda estaciòn esa esperanza se confirma y està pròximo a la liberaciòn.
La acronicidad distingue el movimiento del planeta; esta condiciòn no es distinta de la uniòn del astro al Sol; Maneto, despuès de exponer los juicios relativos a la co-presencia de los planetas con el Sol, agrega: «similares son sus efectos cuando aparecen opuestos al Sol»(2,436). Papiro Michigan III 149 (11,11) llama a los planetas que superan la acronicidad palinphoitoi, recurrentes: el movimiento sinòdico del planeta es por lo tanto dividido en dos hemiciclos distintos; de la uniòn al Sol a la oposiciòn el cursus, de la oposiciòn a las sucesivas uniones el recursus y los recurrentes son desfavorables en sus efectos, leemos en PMich (loc.cit.).
Currentes son los orientales, recurrentes los occidentales en la primera acepciòn, la tolomeica. En este sentido tomamos la sentencia de Cardano:«Planetae orientales candorem significant, occidentales obscuritatem» Los efectos de los planetas orientales son màs sinceros, màs copiosos, como Venus y Marte orientales que significan la abundancia del coito (Bonatti 5, 131). Jupiter oriental indica trabajadores honestos y jovenes, pero si està occidental se asemeja a la vejez; y si Jupiter tiene movimiento directo los trabajadores continùan su obra con utilidad y fruto, si està retrògrado se alejan, la abandonan (Idem 6,2,4,3). El planeta oriental significa un bien (Idem 6, 2, 5, 5) y siempre recomienda observar la orientalidad o la occidentalidad del planeta para conocer la fuerza, el tiempo, la sinceridad de su decreto. Solo luego de haber establecido estas distinciones es posible explicar los diversos efectos de los astros en el epiciclo de acuerdo a su regencia sobre el cuerpo y el alma. Pero primero es necesario definir las formas de sus operaciones considerando sus movimientos en el zodiaco y en el mundo.
Traducciòn libre del original
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